¡Descargué Tinder!
¿No les ha pasado que cuando están aburridos empiezan a husmear en las redes sociales? Que Facebook, revisan quién les ha escrito, inclusive responden mensajes de meses, y por qué no, de años; Instagram también es una opción, bandeja de entrada, solicitudes de mensajes… bueno empiezan a buscar entre todo lo que haya con tal de una mediana, o con suerte, una buena conversación.
El punto es que a mí me sucede muy a menudo, cuando tengo bajonazos emocionales y cuestionamientos de si soy lo que alguien busca se me hace sencillo descargar ciertas aplicaciones; por ciertas me refiero a Tinder, me resulta lo más decente que se puede utilizar en tu misma ciudad, lo digo porque sabemos bien que hay otras que utilizamos en diferentes situaciones, aunque suena doble moralista ¿o no? Pero no me desviaré, lo hago con facilidad.
Bueno ya, retomando la situación, ¿por qué les cuento esto?, sucede que conocí a alguien, un chico, eso me ha hecho emocionarme, en serio que lo he hecho, jamás pensé que fuese a darme un me gusta de vuelta y es que tiene un rostro divino, una barba hermosa, unos ojos pequeñitos, o sea hicimos ‘match’ y aparte nos llamamos igual ¡por favor!, fue como: “Oh Dios, somos match, okay, okay, me calmo”. No sabía qué escribirle, a veces uno piensa de más las cosas, en mí caso me sucede todo el tiempo, aunque no quería parecer cortante pero tampoco confianzudo, el cómo alguien escribe muestra, creo yo, con qué se puede encontrar uno, tenía que ser un buen saludo, contundente, cordial y educado.
«Buenos días, ¿cómo está?». Lo sé, lo sé, ha sido un saludo de mierda, ya, que saludo tan seco, pero es que no quería parecer una persona, no sé, atrevida. El caso es que me respondió, he ganado, hemos estado hablando desde ayer y tengo que decir que me encanta, que sí, que sí, no debo apresurarme, sólo que me ha gustado mucho y para ser sincero durante algún tiempo eso no ocurría, supongo que me distrae de muchas cosas en las que me enfrasco, es bueno… espero.
Después de todo hemos quedado en conocernos, o sea he quedado en una cita, ¡Dios tengo una cita! Hace cuánto no tenía una cita, lo voy a echar a perder, ya me vi, me vi haciendo alguna estupidez. Estoy algo nervioso, algo no, estoy muy nervioso, espero todo salga bien, sí que lo espero; cenaremos pizza.