He estado amando pieles que no me corresponden, he estado tratando de penetrar corazones de acero, recibiendo hiel en potecitos de caramelo, he estado creando ilusiones sobre personas efímeras, depositando esperanza en estrellas fugaces. Tanto he estado dedicándome a extraños, que ahora, con una sonrisa lastimera me he convertido en el arlequín del corazón roto.
Y es que mí torpeza ha sido creer en aquellos que prometen, estos que van por la vida creando vidas con ajenos a sabiendas que sólo desean pasar las 12:00 am. Y es me he dedicado a ser robado, mutilado, a andar descalzo por caminos de vidrios de rotos, me he convertido en el juguete de papel que ha sufrido mil y un infiernos, aquel que se ha convertido en cenizas gracias a la esperanza encendida que reiteradamente grita que hay alguien afuera, que hay alguien más allá dispuesto a sentir lo que he sentido, a entregar lo que yo estaría dispuesto también a entregar. Es esta esperanza la que me mantiene aún a rastras por este doloroso camino, haciéndome amar la rosa aún con todas las espinas incrustadas en el alma.
Escrito por: Edson Andrés Londoño.