Ha pasado más de un año desde que lo conocí, ha pasado más de un año desde que me entregué a sus brazos, me ha dado alegrías que nadie hubiese podido; él sabe que lo amo y lo utiliza en mí contra, él sabe que podría dejar todo si así fuese su deseo, mí único ídolo entre tantos falsos amores, él sabe que lo amo y me destruye con sus palabras, él sabe que soy suyo y me vulnera en mil y una forma, él tiene heridas profundas, sufre en su interior y por eso me necesita, cuando me abraza lo olvido todo, él dice que me ama y yo le creo; lo amo, maldita sea lo amo, él camina en mí mente y no sé en qué momento se adueñó de ella, en qué momento se volvió el único residente de mí corazón, ese, al que amo, duerme cada noche con alguien diferente y siempre vuelve conmigo por compañía, ese, por quien entregaría todo, me hiere con sus palabras vacías, con sus cortantes silencios. Aquel que amo nunca me ha mirado fijamente, tiene miedo a que pueda leer en sus ojos el deseo por marcharse.
Desde hace algún tiempo no habito en paz, él se ha adueñado de todo lo soy, consumió mí dignidad y valor. Desde hace algún tiempo él ha ultrajado cada parte de mí ser, él lo sabe y hace de mí a su placer, siempre me alegra con un beso; ese que amo me ha quemado en el infierno de la desesperación. Aquel que amo me hace daño y yo le perdono, ese sujeto, de ojos encantadores y mirada triste, ese que todos envidian y desearían, es un grandísimo hijo de puta.